IVA: ahí viene el nuevo espejismo, el nuevo engaño…

THOMAS_RIVERA_SCHATZ_1_4

IVA: ahí viene el nuevo espejismo, el nuevo engaño…

Por Thomas Rivera Schatz, Ex presidente del Senado

Prepárense, por ahí viene el nuevo espejismo, el nuevo engaño, la más reciente mentira de este régimen colonial… la supuesta Reforma Contributiva. El eje central de esa farsa llamada ‘reforma’ es el IVA. Esto significa ‘Impuesto sobre el Valor Agregado’ o añadido. EL IVA no es otra cosa que una modalidad de los ‘sales tax’ o impuestos sobre el consumo. El resultado final siempre es el mismo, lo paga el pueblo que consume bienes y servicios.

Ese enredo contributivo no le ahorrará un solo centavo a ningún trabajador y mucho menos a los pobres. Al contrario, les costará mucho más. Lo que a simple vista aparente ser el anuncio de una rebaja en algunas tasas contributivas sobre ingresos, en realidad se lo sacarán con creces por otro lado a cada ciudadano. Se trata de matemática simple. Una colonia quebrada que no tiene suficiente dinero para pagar sus deudas; con qué proveer servicios ni construir obras; y con presupuestos insuficientes porque no recaudan para cubrir los gastos del gobierno popular, lo que está buscando es sacarle más dinero del bolsillo del pueblo y no procuran ahorrarle nada al trabajador asalariado. Tan sencillo como eso. Podrán dar todas las pinceladas artísticas que se les antoje para tratar de adornar este nuevo atropello contributivo; podrán tener el apoyo y actuar en contubernio con algunos sectores empresariales, economistas y medios de prensa para proyectar como bueno lo que en realidad es malo, pero el resultado neto va a ser imponer sobre el pueblo los aumentos contributivos más abusivos de la historia.

El IVA puede imponerse de muchas maneras distintas. En lo que sí se parece en los casi cien países que lo tienen establecido es que el gobierno sale de oro porque impone y cobra altas tasas contributivas al momento en que el producto entra al escenario de la cadena de mercado y distribución, sea por importación o producción local. El lío lo tienen los importadores, fabricantes, distribuidores, detallistas, según sea el caso, pues tienen que invertir mucho dinero y esfuerzo administrativo para poder reclamarle al gobierno sus créditos o reintegros a través de la acumulación de facturas y comprobantes fiscales, entre otros documentos. Eso sin contar, que, además del IVA, muchas empresas se ven obligadas a inflar el precio de sus productos para poder enfrentar esos costos administrativos, contables y hasta para pagar el financiamiento del dinero que deben tomar prestado para pagarles a sus suplidores y el IVA al gobierno. Al final de ese suplicio burocrático están los consumidores quienes pagan todo eso al momento de sus compras de bienes y servicios. Además el consumidor será el único que no podrá reclamar reintegro o crédito por el pago del IVA. En muchos países, el IVA no se le desglosa al consumidor en sus facturas. Saben que lo están pagando, pero no se les da el detalle. Lo que los consumidores nunca saben con precisión es cuánto tuvieron que pagar de más en los precios, por encima del IVA, para que las empresas dentro de la cadena de mercado y distribución pudieran pagar sus propios gastos administrativos, contables y financiamientos.

 En este sistema del IVA el único beneficiado es el gobierno y su insaciable apetito presupuestario. Agarra de entrada lo suyo y después, aquellos que tengan derecho a reclamar algún crédito o reintegro, tienen que conservar miles de papeles, comprobantes fiscales y facturas para convencer a Hacienda de que les reconozca los mismos. Todos los comerciantes al igual que los ciudadanos saben que bajo este desgobierno Hacienda es un desastre.

Con el IVU, sin embargo, el producto viaja la cadena de distribución casi sin sufrir el impacto de contribuciones hasta que llega al ‘counter’ o ‘góndola’ donde el consumidor paga el producto o el servicio a una tasa de 7% que se le desglosa en la facture.

Debo subrayar que la tasa promedio del IVA a nivel mundial es de 16% en los casi cien países que lo han establecido. Las tasas del IVA en esos países fluctúa entre 3% (Irán y Ghana) y hasta de 25% (Noruega y Suecia). En la mayoría de esos países, sin embargo, las tasas del IVA superan el 10%. En la República Dominicana es de 18%. Ya usted sabe lo que le espera aquí.

En esos países tampoco han logrado resolver los elementos fundamentales de un sistema contributivo justo como lo son la equidad horizontal y la equidad vertical. Ambos conceptos se refieren a la proporcionalidad justa que debe pagar cada ciudadano, según sus respectivas capacidades económicas. Aquí lo que se discute es la ‘regresividad’, es decir, el problema de que casi todos pagan por igual independientemente de su capacidad. El que menos recursos y dinero tiene paga igual que el que más tiene. La ‘reforma contributiva popular’ es promover y perpetuar un sistema contributivo abusivo y confiscatorio para los asalariados y la clase media que tiene la mayor carga contributiva en Puerto Rico. Esa “reforma contributiva” en nada, absolutamente nada, protege a los sectores productivos de Puerto Rico.

El cuento de camino que casi siempre se les hace a los consumidores y contribuyentes es que la tasa del IVA es alta porque se reducen las tasas de contribuciones sobre ingresos. Qué puede significar eso en una colonia como esta donde por más que bajen las tasas casi no se notan las reducciones, pues el promedio de los que realmente pagan lo hacen entre el 30% y hasta más del 40% de sus ingresos. Tenemos las tasas contributivas sobre ingresos y de arbitrios más altas de los Estados Unidos y el costo de vida también más alto. Lo que bajen ahí, nunca compensará el “tumbe” que viene con el IVA.

También les harán el cuento de que habrá ciertos productos exentos o con tasas más bajas del IVA; que habrá reintegros, créditos y todo lo que Hacienda misma nunca ha sabido ni ha podido manejar y mucho menos honrar y cumplir. ¿Cuál reclamo o garantía en un sistema tan absurdo donde el contribuyente es quien tiene ‘el peso de la prueba’ al momento de reclamar algo a Hacienda? Ya  escucharemos las quejas de que Hacienda no reconoce, no paga, no reembolsa, no reintegra y que a última hora te dicen que no tienes razón porque en tu reclamación faltó la copia color rosada de algún documento o porque la evidencia que presentaste no concuerda con sus dislocados sistemas computadorizados de Hacienda.

Apliquemos los principios básicos del sentido común y la lógica. Si en Puerto Rico no ha habido la capacidad ni la voluntad para tener éxito en un sistema tan sencillo como el IVU, precisamente por la incompetencia del Gobierno, qué rayos se va a tener éxito en un sistema tan complicado, burocrático y costoso como el IVA. Todo esto es una excusa para “tumbarle” dos o tres mil millones anuales más al pueblo.

Mientras tanto, la igualdad de derechos y los $20 mil millones anuales adicionales que representan la estadidad, nos siguen esperando.

Leave a comment